El sargento Melilla tocará diana este domingo a las once y media de la mañana en el Carranza en un duelo casi al amanecer que la prensa ya se ha apresurado en bautizar como el partido de las legañas. A pesar de lo intempestivo de la convocatoria y del sartenazo sufrido en Écija, la masa social ha hecho piña alrededor de la plantilla. Se ha organizado un atractivo programa de actividades con vistas a crear ambiente e intentar así que las gradas registren una buena entrada que ayude al equipo a cortar su mala racha de resultados.
Los brigadas acudirán al encuentro ataviados con uniformes de legionarios cadistas marcando bultaco y pelos de pecho y, en su afán de dar colorido a la contienda, han preparado un mosaico de más de 100 mil piezas con un dibujo de la cabra de la legión vestida con un pijama amarillo y azul que se escenificará en Preferencia a la salida de los equipos al terreno de juego. Y ya sobre el césped, una nueva sorpresa: presentación de la nueva mascota cadista: Legañito, un koala con legañas como huevos fritos con querencia a quedarse dormido subido al larguero de la portería de Fondo Norte.
Con la clara intención de empañar la gran fiesta en ciernes del cadismo madrugador, voces discordantes han rechazado la versión oficial sobre la obligada hora del choque: "... para facilitar la vuelta a casa" del conjunto Lejía en el AVE Melilla-Cádiz. La sección Cierrabares acusa a la dirección del Club de oportunismo navideño y defiende que existen otros intereses más espúreos, fundamentalmente económicos, detrás de la instauración de este novedoso horario. En concreto, apuntan a una operación de marketing dirigida a promocionar la venta del nuevo despertador oficial del Cádiz, el Kuko Gagamilano, que será presentado en estos días en la peña Vamos los 13. La facción más crápula del cadismo asegura que con lo que se recaude del reloj, -cuya alarma sonará como la sirena de Astilleros para darle un aire más gaditano-, el Club pretende obtener los fondos necesarios para financiar los fichajes del invierno que ha pedido el técnico, y también sufragar una camiseta del Cádiz de 2012 al nuevo vicepresidente para que no salga más en las fotos con la de hace dos campañas.
Sea como fuere, la principal duda de la afición se centra ahora en conocer cómo le sentará al estómago un café y una tostá con manteca colorá mezclado poco después con la obligada cerveza fría de previo de media mañana. Según los dietistas, esta combinación, acompañada con una nueva derrota, podría ser la puntilla para el ya de por sí castigado organismo del abonado cadista, condenado a vivir en riesgo de úlcera e infarto permanente desde el minuto 1 de cada temporada. Para evitar incidentes entre los más espabilados, y a pesar de que el Cluni de la 1 ha pronosticado un frío que pela para ese día, el Club ya ha anunciado que impedirá la entrada a todos los que vayan al partido con el pijama puesto debajo del pantalón.
Los brigadas acudirán al encuentro ataviados con uniformes de legionarios cadistas marcando bultaco y pelos de pecho y, en su afán de dar colorido a la contienda, han preparado un mosaico de más de 100 mil piezas con un dibujo de la cabra de la legión vestida con un pijama amarillo y azul que se escenificará en Preferencia a la salida de los equipos al terreno de juego. Y ya sobre el césped, una nueva sorpresa: presentación de la nueva mascota cadista: Legañito, un koala con legañas como huevos fritos con querencia a quedarse dormido subido al larguero de la portería de Fondo Norte.
Con la clara intención de empañar la gran fiesta en ciernes del cadismo madrugador, voces discordantes han rechazado la versión oficial sobre la obligada hora del choque: "... para facilitar la vuelta a casa" del conjunto Lejía en el AVE Melilla-Cádiz. La sección Cierrabares acusa a la dirección del Club de oportunismo navideño y defiende que existen otros intereses más espúreos, fundamentalmente económicos, detrás de la instauración de este novedoso horario. En concreto, apuntan a una operación de marketing dirigida a promocionar la venta del nuevo despertador oficial del Cádiz, el Kuko Gagamilano, que será presentado en estos días en la peña Vamos los 13. La facción más crápula del cadismo asegura que con lo que se recaude del reloj, -cuya alarma sonará como la sirena de Astilleros para darle un aire más gaditano-, el Club pretende obtener los fondos necesarios para financiar los fichajes del invierno que ha pedido el técnico, y también sufragar una camiseta del Cádiz de 2012 al nuevo vicepresidente para que no salga más en las fotos con la de hace dos campañas.
Sea como fuere, la principal duda de la afición se centra ahora en conocer cómo le sentará al estómago un café y una tostá con manteca colorá mezclado poco después con la obligada cerveza fría de previo de media mañana. Según los dietistas, esta combinación, acompañada con una nueva derrota, podría ser la puntilla para el ya de por sí castigado organismo del abonado cadista, condenado a vivir en riesgo de úlcera e infarto permanente desde el minuto 1 de cada temporada. Para evitar incidentes entre los más espabilados, y a pesar de que el Cluni de la 1 ha pronosticado un frío que pela para ese día, el Club ya ha anunciado que impedirá la entrada a todos los que vayan al partido con el pijama puesto debajo del pantalón.