El público del Carranza -cada vez hay menos valientes- puebla las gradas en esta tortuosa recta final de temporada con más elegancia de la habitual. Mocasines con calcetines blancos, jerseys de lana fina con lamparones de cerveza, pantalones chinos de pinzas y colonias de gama media del Aloha. Es época de Primeras Comuniones y no hay tiempo de cambiarse y ponerse el uniforme de amarillo para ir al partido. Camino del Estadio, con los paluegos de los canapés aún entre las muelas, la mayoría de aficionados coinciden en lo mismo. Si la Comunión la hiciera el cadismo, este año el mejor regalo, y, a Dios gracias, sería la salvación, entendida como permanencia en Segunda B y no como un año más de agonía de un Club histórico que malvive en una categoría injusta por afición, pero tristemente merecida por deméritos propios.
Lejos quedan ya tiempos memorables, cuando se luchaba con humildad y modestia con la cantera por bandera por estar junto a los grandes siendo cabeza de ratón. Ahora, el Cádiz se autoproclama club grande de esta división de bronce, pero no ha acabado de adaptarse a su nuevo estatus de cola de león y ha paseado su nombre por los campos rivales con una mediocridad impropia. La nómina de altas y bajas entre dueños, compradores, vendedores, directivos y jugadores que llegan y se van con más pena que gloria comienza a tener tamaño de listln telefónico.
La travesía hacia el ascenso prometido está resultando eterna y se ve un año más lejos. Otra campaña más tirada a la papelera y enésimo golpe a la ilusión del abonado. Como esto siga así van a tener que regalar el abono con el Diario de los domingos junto con el Interviú y el Diez Minutos para que la gente vaya al campo. La exigencia se cotiza tan baja que se conforma ya con un simple "que me quede como estoy". Mal que pese, esa frase resume bien a las claras la situación actual del club y de su parroquia. Ni comunión ni ilusión. Resignación. A pasar por el confesionario para expulgar las culpas y a orar para que el equipo no se pegue de aquí al Corpus una hostia de última hora que le mande directamente al infierno de la Tercera.
La travesía hacia el ascenso prometido está resultando eterna y se ve un año más lejos. Otra campaña más tirada a la papelera y enésimo golpe a la ilusión del abonado. Como esto siga así van a tener que regalar el abono con el Diario de los domingos junto con el Interviú y el Diez Minutos para que la gente vaya al campo. La exigencia se cotiza tan baja que se conforma ya con un simple "que me quede como estoy". Mal que pese, esa frase resume bien a las claras la situación actual del club y de su parroquia. Ni comunión ni ilusión. Resignación. A pasar por el confesionario para expulgar las culpas y a orar para que el equipo no se pegue de aquí al Corpus una hostia de última hora que le mande directamente al infierno de la Tercera.
Yo créo que se puede hacer todavía un Cádiz que aspire a estar entre los mejores, pero la afición tiene que implicarse y no solo ír al estadio a animar, hay que hacer una asociación que luche por el Cádiz y se implíque de verdad y que cambie la politica que tiene el equipo actualmente, no podemos depender de gente de fuera.
ResponderEliminarLos inversores vienen a hacer negocios, no van a venir aqui por amor a los colores, eso es seguro y si no ganan dinero hoy se lo llevaran mañana y dejaran al club con mas deuda todavia.
Totalmente de acuerdo en la implicación. Por desgracia no existen grandes empresarios gaditanos verdaderamente cadistas con ganas de invertir en un negocio, por otro lado, difícil y complicado como es el fútbol. Quizá una buena fórmula a seguir, podría ser la de Alemania. Allí el 51% del capital del Club es propiedad de los abonados y el resto pertenece a empresas privadas. Así el Club siempre está en manos de la afición. Un saludo¡¡¡
EliminarHay que subír este año como séa, porque la Federación esta planeando para la próxima campaña hacer una restructuración de la segunda-B y lo peór es que quieren poner mas equipos todavía, en vez de eliminar equipos, por ejemplo; los equipos de filiales habría que dejarlos a todos en categoria no profesional, esto no pasa en ningun país, que un filiál este en segunda,además las sociedades anonimas se hicieron para que los equipos cotícen en bolsa como en inglaterra y no ha sido así en España, haciendo competencia desleal a la misma Federación y a los demas equipos, pero como el futbol españól esta corrupto, sólo los mas influyentes hacen su carrera.
ResponderEliminarCierto, hay que subir como sea. Independientemente de los posibles cambios que se avecinan en la competición, la situación comienza a ser insostenible. La paciencia del público, que es casi infinita, y su ilusión, están en serio peligro por el rosario de malas gestiones económicas y deportivas que asolan al equipo... O esto da un giro de 180 grados o el Cádiz se va a pique...
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